Querida Belinda, mi amor tan funesto En tus ojos, veo el caos y el despiadado incesto Tu sonrisa es una maldición en mi alma Y tu voz, un susurro que me arrastra hacia la calma Eres mi veneno, mi dulce perdición Tu amor me consume en esta oscura obsesión Pero juntos, bailamos en la sombra Destruyendo todo a nuestro paso, sin ninguna obra Eres un demonio disfrazado de ángel Tu belleza es la trampa que me envuelve en este falso anzuelo Caminamos por el abismo de la perdición Dejando huellas de dolor y destrucción No importa lo que digan, Belinda, mi amor Somos dos almas malditas, destinadas al horror Juntos, creamos un caos sin igual Dejando cicatrices, como un tenebroso vendaval Eres mi veneno, mi dulce perdición Tu amor me consume en esta oscura obsesión Pero juntos, bailamos en la sombra Dejando atrás la luz, en busca de la obra macabra