Ahí anda otra vez cantando mi corazón Sembrando flores y lunas por el camino Olvidándose que el amor es una ilusión Y que al final el dolor será su destino Soñando que su canción puede ser la vida Se olvida que el vino al tiempo se vuelve amargo Y ahí anda igual que un niño por los senderos Viajero, no corras mucho: El camino es largo Lucerito mío, cuando llegue el frío Tú serás un río cortando mi alma Perderás la calma y andarás por siempre Solo entre la gente en busca de paz Llamita encendida, yo te doy mi vida Pero, no me pidas que te siga más Ahí anda como un jilguero por las mañanas Llenando de sueños nuevos la inmensidad Dejando soles de enero en las ventanas Burlándose del invierno y la oscuridad Y qué sabe mi corazón de las madrugadas Veladas en noches tristes de soledad Mirando el amor se vuelca hacia las estrellas No ve las huellas que deja su caminar