Mirada
26.05.23

Vibramos con la felicidad y el éxito de los demás, ya sean familiares, amigos o no. No seamos como aquellos que, dejándose aflorar la mezquindad, se hacen "crecer los ojos", envidiando la vida, los bienes y la prosperidad de los demás.

Tengamos siempre una palabra de aliento para las personas, especialmente las de nuestra relación, una mirada de comprensión y alegría si lograron alcanzar sus metas.

Presumámonos, eso sí, de haber participado en las conquistas de otros, aunque solo sea con nuestro apoyo moral. Aunque la virtud de la gratitud no es tan común, lo que importa es la conciencia de la ayuda brindada sin esperar nada a cambio.

No olvidemos que alentar la felicidad de los demás es también compartirla, allanando el camino para nuestra propia felicidad y realización.

¿Cuántas personas son inmensamente felices por dedicarse, única y exclusivamente, a causas humanitarias, haciendo el bien a quienes están detrás de ellos en la necesidad material y espiritual?

Con este viernes, comencemos el fin de semana preguntándonos qué tan solidarios hemos sido, al menos, con los necesitados que se cruzan en nuestro camino?! ¿Que tal?

¡Un abrazo!

Desistir jamás