La obligué a marchar Pues ya me había advertido que una más no iba a aguantar La obligué a partir Estúpido, ignorando que sin su amor yo iba a vivir Suplicando su perdón tras de sus huellas Apoyado en su recuerdo y las botellas Implorándole la fe que me tenía Tuve todo, lo perdí, fue culpa mía La obligué a sentir Los celos y el coraje que empañaron nuestro vivir La obligué a aceptar Las flores que a sus plantas nuevos amores le han de mandar Mientras yo voy trasnochando con mi pena Con su olvido, que es mi cruz y mi condena Es muy cruel la realidad que ahora me hiere Es muy triste la verdad, ya no me quiere La obligué a sentir Los celos y el coraje que empañaron nuestro vivir La obligué a aceptar Las rosas que a sus plantas nuevos amores le han de mandar Mientras yo voy trasnochando con mi pena Con su olvido, que es mi cruz y mi condena Es muy cruel la realidad que ahora me hiere Es muy triste la verdad, ya no me quiere Es muy cruel la realidad que ahora me hiere Es muy triste la verdad, ya no me quiere