En el mundo de sombras y fantasías Hay un hombre que ofrece sus protecciones No deja que su novia toque la vida Ni un charco, ni una cerveza, ni el mundo en sus manos Pero ella suspira y busca la libertad Le pide al cielo que haya una realidad Oh déjame vivir, por favor No seas mi chico sombrilla, déjame volar Él se siente bien, tan seguro y firme Como una sombrilla que cubre su destino Pero ella anhela las gotas de lluvia La sed de aventuras que hay en su interior La música del jazz se escucha en su voz El blues le cantan al hombre de la sombra Ella ansía romper las cadenas del tormento Quedarse con las ganas es su mayor lamento Oh déjame vivir, por favor No seas mi chico sombrilla, déjame volar La noche se dibuja bajo el manto estrellado Ella sueña con sus alas, sin ser frenada Noches de jazz, ritmo y pasión desbordada Mientras él sigue siendo el hombre de las prohibiciones Los dedos danzan en el piano, el contrabajo canta su acordé Mientras ella se aleja, buscando su propia suerte Bajo la luz de la Luna, se encuentra con el viento La sombra de su amante se disipa en el tiempo Oh déjame vivir, por favor No seas mi chico sombrilla, déjame volar Y así, entre notas de jazz y tristeza del blues La historia se cuenta de un amor que era un tabú Ella encontró la fuerza para ser su propia dueña Y él, el hombre sombrilla, perdió su fortaleza Que suene el jazz, que suene el blues Porque en esta historia, el amor no pudo ser Y aunque el hombre sombrilla aún proteja a otros corazones Ella sabrá volar, sin sombra ni ilusiones